martes, 25 de noviembre de 2008

Persiguiendo al pasado - capítulo 1

Los elfos, al igual que todas las razas, tienen a menudo disputas por el poder. Disputas que llevan a los implicados a situaciones tales que algunos son capaces de realizar los más depravados actos: Desde los tratos con poderes oscuros y malignos, hasta el fratricidio.
En esta historia que hoy cuento una gran heroína surgirá de una gran desgracia.
_____________________________________________________________________________________

Maegan era una joven mestiza, de padre humano y madre elfa. Se había criado entre nómadas, y estaba acostumbrada a caminar y soportar las penurias del camino. Cuando tenía recién cumplidas las 9 primaveras, la caravana nómada con la que se había criado fue atacada por unos bandidos, unos bandidos muy bien organizados y entrenados que junto con un buen equipo masacraron la caravana. Unos pocos niños acompañados por sus madres lograron huir hasta una cueva cercana. Junto con ellos llevaron a Brow, el anciano estratega, antiguo guerrero de la compañía y afamado cuentacuentos. Harlech, el padre de Maegan, la montó en su caballo y lo puso a cabalgar de un golpe en los cuartos traseros. Ella no pudo hacer otra cosa que agarrarse fuerte para no caerse. Después de dejar atrás a los pocos bandidos que iniciaron la persecución, el animal relajo la marcha.
Aunque no había ningún motivo para ello, el animal dio la vuelta y volvió al lugar donde se había detenido la caravana.
Maegan siempre tendrá pesadillas con la escena que vio al llegar a su hogar ambulante. Nueve supervivientes de cincuenta y cuatro nómadas: un joven enano, un anciano, tres mujeres y cuatro niños. Maegan hacia la décima superviviente.

Han pasado varios años desde la masacre. Pero no los suficientes como para olvidar lo ocurrido.
La caravana vuelve a tener gente suficiente como para poder transportar las mercancías con las que comerciar y ganar para comer. No suelen tener demasiado oro por que decidieron pagar a un pequeño grupo de mercenarios que los protegiesen, pues todos los luchadores de la compañía habían muerto en el ataque. Pero en todos estos años no fueron atacados por nadie, al menos nadie tan organizado como aquellos bandidos.

En los últimos tiempos se habían dedicado a viajar por todo el mundo, parando lo mínimo posible en sitios donde hubiese fama de robos a mercaderes… siempre que paraban a vender o comprar mercancías en lugares así, enviaban a un par de personas de incógnito. Al principio iba el anciano acompañado de una mujer o de algún recién llegado para enseñarles como hacer en todas las situaciones, pues como anciano que era no iba a vivir eternamente.

Cuando Maegan alcanzó los 15 años se la empezó a llevar a ella a las compras. Cuatro años después Brow enfermo gravemente. Su cuerpo ya no estaba para trotes, pero no podía mandar sola a Maegan.

El joven enano, llamado Rûrik Toorüm se ofreció a ayudarla. Brow, sorprendido, le preguntó que motivo hacía que un enano quisiese arriesgar la vida por una semielfa. Rûrik se puso en pie, alzo la frente y dijo orgulloso: "Sus padres salvaron la vida del mío sin pedirle nada a cambio. He presenciado el nacimiento de esta niña, su crecimiento, sus problemas por ser mestiza… y he presenciado como mi padre no fue capaz de proteger a los suyos en el momento que fue necesario… saldaré la deuda de mi padre. (Hinca una rodilla ante Maegan y baja la frente) Por favor, acepta mis servicios como guardaespaldas y permíteme acompañarte en tus viajes. No permitiré que os ocurra nada, lo juro por mi barba".

1 comentario:

Unknown dijo...

Esta bien, puede que un poco forzado el razonamiento del enano, pero bueno. No se me parece.